LA LIEBRE Y EL
CAMINO.
Una vez una astuta y audaz aliebre paseaba tranquilamente por una alejada, montaña, cuando de
pronto se percató que cerca había un
camino que estaba muy abandonado.
Decidió acercarse y ver que
había dentro de ella. Intrigada
por la curiosidad siguió el camino, vio que había plantas muy exóticas de
diferentes colores y observó una casa que estaba a 500 metros del camino, se acercó
para mirar mejor, cuando de pronto algo le llamo la curiosidad, era un mascara hermosa
que se le había caído al dueño de la finca al observarla con más cuidado se dio
cuenta que era una obra perfecta hermosa
está sorprendida dijo cielos, que
maravillosa y prefecta obra de arte que
pesar que esta mascara no tenga cerebro.
Moraleja: No te llenes de
apariencias vacías. Llénate mejor siempre del buen juicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario